Los problemas en el desarrollo de la aeronave fuerzan al Pentágono a poner una fecha límite. Lockheed Martin tiene dos años para convencer al Pentágono de EEUU de que su nuevo caza de despegue en corto y aterrizaje en vertical (Stovl, por sus siglas en inglés) no es una ruina. Robert Gates, el último agente de carrera en dirigir la CIA y actual responsable del Pentágono anunció que el plan de recorte presupuestario que asumirá todo el Departamento de Defensa ha puesto especial atención en el programa Joint Strike Fighter . Este proyecto, liderado por Lockheed Martin, trabaja para la consecución de un nuevo caza de combate de quinta generación, futuro pilar de la supremacía de EEUU en el aire.
Estrategia y costes
El caza F -35 tenía originalmente tres variantes: el F-35A convencional, el F-35C como versión embarcada y el F-35B de despegue en corto y aterrizaje vertical. Y esta variante esta siendo un quebradero de cabeza. "El programa Joint Strike Fighter (JSF) recibió escrutinio especial, dado su costo sustancial, las cuestiones de su actual desarrollo, y su lugar central en el futuro de la aviación militar de EEUU", señaló Robert Gates. Gates explicó que, en resumen, dos de las variantes del JSF, la versión de la Fuerza Aérea y la versión que irá embarcada en los portaaviones de la Marina, se están desarrollando satisfactoriamente. En comparación, dijo, " la variante StovI para el Cuerpo de Marines está experimentando importantes problemas en las pruebas". Para el máximo responsable de la maquinaria militar estadounidense, "estos problemas pueden conducir a un rediseño de la estructura de la aeronave y de su sistema de propulsión, cambios que podrían añadir más peso y más inversión a una aeronave que tiene poca capacidad para soportar más de ambos conceptos". "Como resultado- zanjó Gates-, he puesto la variante Stovl en un período de prueba equivalente a dos años. Si no podemos arreglar esta variante durante este espacio de tiempo y retomar su rumbo en términos de rendimiento, costo y plazos, entonces creo que debería ser cancelada". En paralelo, el Pentágono ha decidido la compra de más unidades del FA-18 naval para suplir las unidades del JSF que no llegarán en plazo previsto.
El sueño español
El desarrollo que experimente en el futuro el F-35B es importante para España. La Armada tiene este avión estadounidense como único reemplazo para los cazas Harrier II Plus, de la Novena escuadrilla. El problema está en que este tipo de aeronaves, que la Armada opera desde hace 20 años, es estratégica para España, mientras que no lo es tanto para EEUU y Reino Unido, que también los operan, ya que estos países cuentan con portaaviones de grandes dimensiones en los que emplear cazas de combate menos adaptados. Al menos desde 2009, ya han pasado pilotos de la Armada por las instalaciones de Lockheed para familiarizarse con el nuevo modelo. Por contra, el nuevo Gobierno de David Cameron en Reino Unido decidió en octubre de 2010 cancelar la adquisición del F-35B.
M.GIL mgil@neg-ocio.com
Publicado en el diario español NEGOCIO el 12 de enero de 2011. http://www.neg-ocio.com
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