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domingo, 27 de noviembre de 2011

Rusia-Siria: Una martillazo al molde de agresión


Moscú, 23 nov (PL) El persistente rechazo de Rusia a la intromisión foránea en asuntos internos de Siria y los llamados al diálogo, intentan dar un martillazo al molde de agresión que busca fundir Occidente.

La diplomacia rusa llegó a emplear el veto para oponerse a una resolución sobre Siria, impulsada en el Consejo de Seguridad de la ONU por naciones europeas, con respaldo estadounidense, una posición que compartió con China para evitar la repetición del esquema de Libia.

El mundo recuerda en que se convirtió el empleo del argumento de la necesidad de proteger a la población civil en Libia, recordó recientemente el ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov.

El diplomático consideró que resoluciones como la 1973 del Consejo de Seguridad contra Libia, lejos de propiciar la defensa de un derecho fundamental, el derecho a la vida, llevó a la tragedia de muchos civiles del país norteafricano.

Además, la Organización del Tratado del Atlántico Norte violó flagrantemente la letra de la propia resolución y vejó el derecho internacional con los bombardeos a Libia, destacó.

De ahí que en esta ocasión, Rusia decidió tomar parte activa para poner fin a las pretensiones de perpetuar el modelo de la agresión contra naciones, cuyos gobiernos para nada son del agrado de Occidente.

Como explican algunos analistas locales, en esta ocasión Occidente emplea un método que puso en práctica en la última etapa de la agresión a Libia, es decir, armar desde afuera a la oposición radical, a la que alienta en todo momento a derrocar por la fuerza al Gobierno.

En lugar de apoyar el acuerdo alcanzado entre Damasco y la Liga Árabe para aplicar reformas políticas y sociales en el país levantino, desde Washington y algunas capitales europeas se exhorta a rechazar el diálogo con las autoridades, constató Lavrov.

La posición rusa también consiste en buscar el contacto con todas las partes en conflicto y en la Cancillería fueron acogidos al más alto nivel, tanto la oposición dispuesta a las conversaciones con Damasco, como la recalcitrante, radicada en el exterior.

Además, los contactos con representantes del gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, se intensificaron en los últimos tres meses y hablan del propósito mediador de Moscú.

Tampoco se puede negar que Rusia posee vínculos estrechos con Siria, a la cual condonó en 2005 el 75 por ciento de los casi 13 mil 500 millones de dólares de deuda soviética, cuyo monto restante Damasco prometió devolver en mercancías, afirma el diario Kommersant.

Asimismo Rusia firmó contratos militares con esa nación por unos tres mil 500 millones de dólares, por los cuales suministraría complejos de defensa costera Bastión, dotados de misiles Yajont, complejos antiaéreos Pantsir-1C y 24 cazas MIG-29M/M2.

De igual forma, las fuerzas armadas sirias recibirían ocho divisiones de complejos antiaéreos Buk M2E.

Es necesario tener en cuenta que la ayuda para reforzar la defensa siria, se produce después que Israel, país que posee unas 200 ojivas nucleares, realizó una acción aérea relámpago para destruir un complejo atómico de la nación levantina, en octubre de 2007.

Por otro lado, Rusia cuenta con los servicios de mantenimiento para sus buques de la Flota del Mar Negro en la base naval de Tartus, presente allí desde los tiempos de la Unión Soviética.

Medios de prensa locales llegaron a afirmar que al menos tres buques de guerra de la citada flota podrían encontrarse en aguas territoriales sirias para evitar el ingreso de embarcaciones con armas de contrabando desde el Líbano o Turquía para la oposición radical.

En caso de ser cierta esa versión, el especialista del Instituto Internacional de Estudios Político-Humanitarios, Vladimir Bruterque, afirma que la presencia de las referidas naves para nada tendría propósitos militares, sino más bien políticos y disuasivos.

Moscú buscaría con ello frenar las tendencias de intromisión por la fuerza desde el exterior contra Damasco.

Las denuncias de Rusia de las posiciones poco constructivas de Occidente, dirigidas a enrarecer la atmósfera en torno a Siria, constituyeron verdaderos martillazos para destruir el intento de formar moldes agresivos que se puedan repetir en Siria.

Asimismo, aunque Moscú se abstuvo en una reciente votación sobre una resolución de protección de derechos humanos en Siria en el tercer comité de la Asamblea General de la ONU, su delegación explicó que con ello, muestra su deseo de impedir la manipulación del tema.

Serguei Kareev, segundo al mando de la representación rusa en Naciones Unidas, rechazó los propósitos de algunas capitales occidentales de emplear el tema de los derechos humanos como pretexto para inmiscuirse en los asuntos internos sirios.

En medio de la manipulación y el bloqueo informativo que imponen Occidente y algunos medios de prensa de naciones árabes sobre la verdadera situación en Siria, Lavrov llegó a denunciar que era necesario mostrar seriedad en los reclamos del fin de la violencia.

Si los llamados clamores y anhelos de democracia consisten en asaltar estaciones policiales con morterazos y atacar edificios administrativos, entonces Moscú de ninguna forma puede apoyar esos anhelos, consideró.

Rusia aclara, ante todo, que está por la reconciliación de las partes enfrentadas en Siria, el respeto al derecho internacional y por evitar la injerencia foránea en los asuntos del referido estado, sin oportunidades para repetir tristes experiencias como las de Libia.

rc/to

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