El asesinato del muy controvertido Ahmed Wali Karzai, hermano del presidente afgano Hamid Karzai, que se había convertido en el hombre fuerte de Kandahar, cuna de los talibanes, abre un periodo de incertidumbre para Afganistán y sus aliados de la OTAN en esta región estratégica y crucial de la guerra contra los insurgentes.
Afganos despiden a Ahmad Wali Karzai, hermano del presidente Hamid Karzai, en su funeral en la provincia de Kandahar, el 13 de julio.
El asesinato del muy controvertido Ahmed Wali Karzai, hermano del presidente afgano Hamid Karzai, que se había convertido en el hombre fuerte de Kandahar, cuna de los talibanes, abre un periodo de incertidumbre para Afganistán y sus aliados de la OTAN en esta región estratégica y crucial de la guerra contra los insurgentes.
El presidente afgano enterró este miércoles por la mañana cerca de Kandahar a su hermano, asesinado la víspera en su domicilio de la gran ciudad del sur de Afganistán, de la que era el hombre fuerte.
Abatido el martes por un hombre presentado por la policía como responsable de una guardia privada de la familia Karzai en Kandahar, el controvertido Ahmed Wali Karzai, de 49 años, fue inhumado en el cementerio del pueblo de Karz, al sur de la ciudad.
"Era el verdadero jefe de la ciudad de Kandahar, la había convertido en su feudo", explica a la AFP una fuente de seguridad occidental en Kabul.
"Era más poderoso que el gobernador de Kandahar, ya que sabía jugar con el hecho de que era hermano del presidente", dijo de su lado Mariam Abu Zahab, investigadora francesa del Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales (Ceri) en París.
Ahmed Wali Karzai tenía con los estadounidenses relaciones paradójicas: aunque era acusado con frecuencia de todos los males (corrupción, tráfico de droga, milicias clandestinas) seguía siendo uno de sus principales apoyos de Washington, en una provincia adonde Estados Unidos ha enviado decenas de miles de refuerzos desde fines de 2009 para intentar contener la rebelión de los talibanes.
Igualmente acusado de ser pagado por la CIA para facilitar la obtención de información en la provincia, siempre negó todas las acusaciones, las cuales jamás fueron sostenidas con pruebas tangibles.
Pese a la habitual reivindicación de los talibanes, los móviles del asesinato siguen siendo misteriosos por el momento, ya que su poder y sus numerosas actividades le granjearon muchos enemigos.
"Todo es posible, incluso una historia de rivalidad tribal", estima Mariam Abu Zahab.
"Podría ser una venganza personal, una venganza por asesinatos cometidos por sus milicianos, alguna cosa en el seno de la familia, o los talibanes... hay muchas posibilidades", dijo por su parte Thomas Ruttig, de la red de analistas afganos (AAN), un centro de estudios con sede en Kabul.
Aun cuando es difícil anticipar las consecuencias de su muerte, que produjo un verdadero sismo político en el sur afgano, la mayoría de los observadores estiman que debilita al presidente Karzai, cuya autoridad sobre el país ya es bastante relativa.
"El asesinato de Ahmed Wali Karzai es un verdadero revés para Hamid Karzai que tenía la costumbre de apoyarse mucho en él", dice el analista paquistaní Rahimulá Yusufzai.
Mariam Abou Zahab recalcó que "Hamud Karzai siempre había defendido a su hermano, que le era bastante útil, sobre todo en el momento de las elecciones".
"Es igualmente una gran pérdida para la OTAN, que necesita amigos y aliados en todo el sur de Afganistán," explicó el analista afgano Waheed Mujda.
Según la policía, el asesino sería Sardar Mohamad, un allegado que tenía toda la confianza de la víctima y dirigía una guardia privada de la familia Karzai desde hace varios años.
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