Se propuso a las empresas privadas rusas a participar en el desarrollo de armas nucleares.
Esta iniciativa fue anunciada el pasado 12 de noviembre por el viceprimer ministro Dmitri Rogozin, responsable del sector de Defensa en el Gobierno de Rusia.
A juzgar por todo, se trata de la fabricación de componentes electrónicos y materiales nuevos. Según Rogozin, la participación del capital privado en la industria militar rusa debe aumentar al 30 o 35 %.Esto contribuirá al crecimiento de la competición en el sector, lo que ejercerá una influencia positiva en su desarrollo, opinan los expertos.
Las fuentes del Gobierno ruso destacan que el sector privado no podrá participar en la fabricación de las armas estratégicas. Muchos expertos están de acuerdo con Dmitri Rogozin que todo lo relativo a la fabricación de las armas estratégicas debe permanecer, sin lugar a dudas, bajo control absoluto del Estado. Según el viceprimer ministro, el sector privado podría colaborar en la etapa del diseño de las armas nucleares y la cooperación en este ámbito puede ser demasiado amplia, de hasta cuatrocientas compañías. Mientras, a día de hoy, Rusia tiene un sector público muy fuerte en la industria de guerra, con más de mil trescientas empresas.
Hoy en día, sólo se trata de una iniciativa, pero la posibilidad de la participación del sector privado en la fabricación de armas nucleares, lo que será absolutamente justificado, puede hacerse realidad, opina Ivan Konoválov, director del Centro de Coyuntura Estratégica:
–A Rogozin se le ha otorgado todos los poderes necesarios para resolver problemas en el ámbito de rearme del país. De hecho, se le ha dado la ‘carta blanca’. Esta decisión ha madurado hace mucho. Es necesario atraer a nuevas fuerzas. Así es la estructura de todo el sector industrial y del mercado. En EEUU el sector privado coopera ampliamente con la industria militar bajo el control del Estado. Es lógico que se deba tomar la situación bajo un estricto control, porque este campo es muy sensible.
El viceprimer ministro menciona las cuestiones de control y seguridad también. Según Rogozin, para realizar actividades en esta rama de la industria militar las empresas privadas deberán someterse a una serie de inspecciones y tramitar las autorizaciones pertinentes. Pero estos problemas son solucionables, opina Rogozin.
Según los expertos, los problemas pueden surgir dentro del Ministerio ruso de Defensa en el que se mantiene una fuerte presión de lobby contra la cooperación de las empresas privadas con la industria militar. Además, se trata de una rama tan sensible como las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia (FNE). Según el experto militar, Ígor Jojlov, este sector va a degradar si no experimenta cambios necesarios, y no se trata sólo de la calidad de producción:
–Desde la época soviética, las mayores oficinas de diseño, de hecho, monopolizaron la actividad de investigación y desarrollo para las Fuerzas Nucleares Estratégicas, la industria aeronáutica. Estas oficinas no podían con frecuencia ofrecer sus productos por un precio razonable, porque sólo les interesaba el resultado. Pero en la época soviética, ni siquiera se planteaba la cuestión sobre el costo del desarrollo. Mientras, el mercado debe ser competitivo. Es una buena iniciativa que permitirá resolver muchos problemas tecnológicos y mejorará la situación en materia de los precios y plazos de desarrollo de nuevos proyectos.
Según los expertos, no se ha mencionado la posibilidad de dar acceso a las empresas extranjeras al desarrollo de armas nucleares. Además, un aumento del número de los diseñadores permitirá formar en Rusia un ciclo completo del funcionamiento de las Fuerzas Nucleares Estratégicas, destaca Ígor Jojlov:
–Muchas empresas soviéticas de construcción de cohetes se ubicaban en el territorio de Ucrania. Hoy en día, Kiev está interesado en adherirse a la OTAN y no coopera activamente con Rusia en el ámbito de mantenimiento de los cohetes fabricados anteriormente. Ahora es necesario asegurar que el ciclo completo de la fabricación de cohetes sea ubicado en el territorio de Rusia. Por otro lado, se debe prevenir el monopolio de dos oficinas de diseño. En esta coyuntura, las autoridades del país, de hecho, se convierten en los rehenes de los ingenieros que resuelven las tareas técnicas o no. El escudo antimisiles de nueva generación en Rusia debe ser de otro nivel tecnológico, especialmente teniendo en cuenta que EEUU continúa trabajando intensamente en el desarrollo del sistema de defensa antimisiles.
Hoy en día, el desarrollo de las armas estratégicas en Rusia está a cargo de la Oficina de Diseño Académico V.P. Makéev y el Instituto de la Termotécnica de Moscú. La primera empresa desarrolla misiles navales, la segunda está especializándose en misiles de combustible sólido, incluídos los Topol-M. Según los expertos, se les dará a las empresas privadas un acceso paulatino a la industria militar. Por lo visto, se trata de su participación en los concursos de adjudicación de contratos.
ek/kg
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